Unas semanas antes de empezar este ayuno, comencé a sentirme mal, estaba muy bajoneado y lo mas triste de todo eso es que no podía fortalecerme porque sentía que mi oración no era escuchada por Dios. Cuando empezó el ayuno al comienzo hice bien las oraciones marcadas por el Obispo Macedo, pero conforme pasó los días no me sentí bien espiritualmente, comencé a estar peor. Cuando oraba no terminaba la oración siempre la dejaba por la mitad y a veces ni llagaba a la mitad, me sentía triste, débil, sin ganas de nada, mucho menos de vivir, comencé a desistir en la Fe. Para mi la solución era dejar todo y hacer lo que mi corazón decía que haga, que me involucre con los placeres de este mundo y hasta incluso llegue con mucho esfuerzo a estar 3 veces en la semana en la IURD. Me sentía la peor persona, nadie me podía ayudar, así fueron pasando los días para mi, en una soledad y angustia muy grande, no aceptaba que nadie me hablará porque a mi pensar era solo para reprenderme y si así lo era no soportaría. Dios uso a algunas personas, para ser más específico a 3 personas para hablarme, pero como esta débil espiritualmente no les hacia caso. Como mi situación era ya bastante delicada decidí mirar para Dios y El me mostró la terrible situación en la que me encontraba, en ese día mientras me iba a mi casa (porque estaba haciendo diligencia) hice una oración que es lo único que se me ocurrió que hiciera porque ya no tenía fuerzas ni vida.
Yo dije: " Oh Dios, estoy cansado de vivir así y ser humillado, yo no acepto esta situación, una cosa es cierta TODO ES POSIBLE PARA AQUEL QUE ESTA ENTRE LOS VIVOS y a pesar de que no estoy bien , no estoy muerto, por lo tanto sana mis heridas, saca de mi todo el mal que el diablo me colocó y devuelveme la vida que perdí, tiene que ser ahora porque si llego a morir no tendré esperanzas de nada, por lo tanto determino ahora mismo mi liberación en el nombre del Señor Jesús".
En ese momento hice una búsqueda urgente al Espíritu Santo, mientras lo hacía comencé a sentirme fortalecido y todas mis fuerzas se renovaron, toda mi vida se renovó cuando busque al Espíritu Santo y de ese día en adelante nunca más me sentí mal y tuve ganas de vivir y ser feliz. Pude decir ¡Ah que día! Gracias a Dios hoy soy una nueva persona y con seguridad de que Dios esta conmigo. Que Dios les bendiga abundantemente.
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