martes, 14 de junio de 2011

Quiero una nueva oportunidad para vivir

Muchas veces es increíble como el mal actúa en la vida de las personas, les hace pensar y creer muchas cosas que en un momento de angustia, la persona se aferra a esa idea diabólica. Me acuerdo que había pasado una semana de la muerte de mi hermana menor, la tristeza era aún grande en mi, no tenia consuelo de nada ni de nadie, solo las únicas palabras que podía hablar con Dios era, "¿porque me paso esto?", el mal no perdió tiempo y hacia que mi angustia sea aún más grande de lo que era antes. Esa semana cuando estaba en la facultad, vi que nadie de mis compañeros estaba al lado mio, me sentía y estaba solo, entonces escuche una voz que me dijo "acercate hacia aquel muro y mira hacia el suelo", porque estaba en el segundo piso que es donde estaba el aula, esa voz siguió diciendo, "tirate al suelo, ya no queda más nada por hacer, tu hermana ya no está, ahora te toca a ti, hacelo, es solo un momento", esos pensamientos eran cada vez más fuertes, yo lo único que pensaba era en mi papá y en mi hermano, pensaba que su dolor sería aún más grande, estaba muy pero muy débil y decía "no quiero hacer esto, si tuviera otra oportunidad de vivir, lo tomaría sin dudar", cuando estaba a punto de tirarme al vació, el Espíritu Santo vino a mi encuentro y me hizo reaccionar, era como si mi alma vino a mi cuerpo y automaticamente reprendí ese mal y no acepte esa situación, y me aleje sin mirar más para atrás. Puedo asegurar que apartir de ese momento nunca más me sentí solo y angustiado porque Dios lleno toda mi vida con su presencia y hoy tengo muchas ganas de vivir y ser feliz. Lo mismo sucederá en su vida si permite ser lleno del Espíritu Santo.

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